San Valetín , ¿Día del amor?

Mi primera afirmación es contundente, no. Es uno de lo muchos días del consumismo que tenemos a lo largo del año, hasta el punto, de que el aumento de los llamados ‘singles’, en español solteros con más o menos vocación, o gente sin pareja debido a los divorcios, en los últimos años, ha hecho que se amplíe el título a día de la amistad, que el dinero es el dinero. Sin embargo, estamos hablando de un sentimiento puro, que debería nacer con el ser humano, el amor en todas sus facetas, a padres, hijos, abuelos, entorno familiar en general, y esa familia que tan importante es y que elegimos, los amigos. Pero el amor nace libre, no tiene días ni obligaciones, el 14 de febrero se gastarán cantidades ingentes de dinero, desde los regalos más sencillos a los más extravagantes y cuantiosos monetaria mente hablando de una minoría afortunada, con un gran potencial económico. Cenas románticas y quizá sexo sin prisas. No, eso no es amor, porque al día siguiente, madre o padre matarán a sus hijos directa o indirectamente, como ha pasado, nada más al empezar el año en España, una madre mató a sus dos hijas, un padre a su hijo pequeño y su ex pareja por ahogamiento y otra abandonó a su hijo menor de tres años para irse de fiesta una semana, con final de muerte para el menor. El amor se ha trivializado convirtiéndolo sentimiento que debería mover el mundo, en una noche de sexo, o en un día de muerte. Sí, porque sin negar que hay hombres asesinados, una minoría, cada día en cualquier punto del mundo el feminicidio dará un nuevo paso, y morirá una niña, una adolescente o una mujer. Las violaciones quedarán impunes, como la mayoría de malos tratos, porque las órdenes de alejamiento no sirven para nada, y así hora tras hora , desde una bebé violada por su tío, a una anciana asesinada por su marido, pasarán a engrosar esas listas interminables de mujeres vejadas y asesinadas. Desde Chile, las mujeres, ante la impunidad del violador han lanzado una canción al mundo para señalarlo, ¿el resultado? Mujeres encarceladas en algunos países por cantarla.

Y en medio de esta catástrofe humanitaria, donde miles de niños y niñas refugiadas desaparecen, el tráfico de mujeres está a la orden del día y llenan, con suerte, si no les espera un final peor, los clubes de carretera. Yo me pregunto, ¿quién va a esos clubes?, La respuesta vuelve a ser clara, no, pero muchos de sus visitantes, puede que hasta celebren San Valentín. El mundo, vive una situación de caos a todos los niveles como nunca antes a lo largo de la historia.

Se han perdido los mínimos valores, los escándalos de pederastia en la iglesia católica están a la orden del día, sus más altos cargos dicen que una violación debería recibir menos castigo que un aborto, y no me refiero al Papa Francisco, que intenta modernizar una iglesia que cada vez, sobretodo en Europa, se está quedando más vacía. Porque el amor es libre y no se puede poner puertas al campo y elegir si a quien amas es hombre o mujer, el amor es generoso, da sin esperar recibir, el amor son cada gesto, palabra, caricia, beso, apoyo incondicional que das a quien amas. No, el amor no es posesión, celos, vigilancia, aquella frase odiosa “la maté porque era mía”

No, nacemos libres y no somos de nadie, ni siquiera nuestros padres son nuestros dueños ni nosotros los de nuestros hijos, cuanto menos lo es una mujer de un hombre o al revés, o un amigo que es la relación que debería ser más desinteresada. Sin embargo, el amor, como otros sentimientos incuestionables, y sobretodo libres, y con ello no me refiero al amor libre atribuido a los hippies de los años 70, aunque considero que cada uno puede amar como quiera sin dañar a quien ama o a terceros; sentimiento y derechos como la libertad, la ternura, la compasión, el básico, el derecho a la vida, se han enjaulado, encorsetado en los patrones que dirige esta sociedad, que por motivos económicos, religiosos o de tradiciones que deberían estar abolidas, han convertido la esencia del ser humano en mercadeo,, todo vale si hay dinero de por medio, y el patriarcado, màs enraizado que nunca sigue queriendo que la mujer siga siendo su esclava, un objeto más que se compra y se vende. Podría enumerar casos de mujeres compradas, y todos sabemos a que me refiero, pero si es por elección, cada uno puede tomar sus decisiones. Pero más  allá, las bodas de niñas con hombres mayores, la oblación, la muertes y violaciones de mujeres de todas las edades, siendo México uno de los países dónde más mujeres son agredidas y asesinadas o sencillamente desaparecen, toda esta ración de realidad social, que acabó de servirles en plato de papel, sin champán y por supuesto sin aparente regalo, no es más que un grito para que dejemos de encarcelar al amor en días, jaulas de oro, barras de clubes, y vejación y muerte. No, San Valentín es una broma de mal gusto para el amor, es más, si él pudiera, rogaría que se quitara su nombre de un día tan ñoño y de mercadeo. El amor, en cualquiera de sus facetas debe vivirse y demostrarse siempre, basarse en el respeto, confianza, complicidad, el deseo entre la pareja, la generosidad entre familia y amigos. Esas deberían ser junto a la libertad las palabras que definieran el amor,no las normas que dictarán su esencia, porque los sentimientos, no se pueden enjaular, son parte del ser humano; no obedecen a leyes caducas, a sistemas monetarios o arcaicos como el patriarcado. El ser humano, nace libre, y si bien reconozco la necesidad de ciertas normas necesarias para convivir, estas deberían nacer de la sociedad en su conjunto, de la razón y no de la sin razón, los intereses de las altas esferas, las consecuencias de una educación machista y retrógrada, que para mayor mal, se extiende como un mal virus en las mentes de nuestras jóvenes mediante algunos ‘estilos musicales’, porque abiertamente y sin ningún respeto eso no es música, con letras machistas que llenan la cabeza de adolescentes que creen que el amor es posesión, los celos normales, que los hombres tiene derecho a jugar con ellas, a tener otras mujeres… Y después de todo esto, ¿San Valentín?, ni siquiera me puedo reír porque lo aquí expuesto es demasiado serio, nuestra sociedad se derrumba porque el único valor es aquel poderoso caballero, que en el siglo de oro de las letras españolas, ya decía el gran Francisco de Quevedo, Don dinero. Para terminar, solo me ha venido a la cabeza, una de esas películas de terror de los estudios de Estados Unidos, dirigida a adolescentes y que si no recuerdo mal, se llamaba ‘Un San Valentin de muerte’. Si ustedes son de los de números o estadísticas o sencillamente quieren investigar, el día 15 de febrero, cuenten las víctimas del feminicidio, entre muertes, agresiones y otras situaciones que será mucho más difíciles de enumerar, violaciones en el entorno familiar, tráfico, oblaciones, bodas de niñas… llevadas a cabo el 14 de febrero. Si, eso es San Valentín,de muerte y vejación para unas y de ceros en sus cuentas para otros. Dejen de usar el nombre del amor en vano y denle el sitio que se merece, sea cual sea el tipo de amor, estoy segura, que el propio Santo, lo agradecería.

Autora: Nuria Barnes

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