Y ahí estaba yo, sentada en mi cómodo WC, con ese objeto tan desconocido para mi entre mis manos, perfecto en su forma ovoide, de un color negro tan intenso y una textura tan lisa que puedo ver el reflejo de mi rostro en él, es un huevo de obsidiana negro.
En ese momento estaba decidida a iniciar el tratamiento de sanación de útero que tanto venía necesitando desde que perdí mis dos últimos embarazos y que aunque médicamente me atendí, emocionalmente aún dolía.
Después de acudir a la primera sesión del taller de círculo de mujeres (que ese es su nombre correcto), con mi amorosa guía en este proceso, salí convencida que esto podía ser la solución que tanto necesitaba. La teoría fue muy fácil de entender, el reto estaba en llevarlo a la práctica.
El huevo debe ser colocado vía intra-vaginal, en uso periódico nocturno con ciertos días de descanso, así que el huevo se introduce por la noche antes de dormir y se deja ahí toda la noche, a la mañana siguiente se retira por medio de un pujido, sin tratar de jalar o traicionar el huevo, que además no hay manera de hacerlo pues es demasiado liso y resbaloso estando mojado, siempre y cuando el cuerpo no necesite mantenerlo dentro, por que si eso sucede hay que esperar pacientemente a que salga por su propio peso. Es un objeto demasiado personal, el cual NO puede ser tocado por otra persona y tampoco por el pene del hombre durante la relación sexual.
Es bien sabido que el cuerpo humano tiene centros importantes de energía conocidos como Chakras y cuando dos personas tienen relaciones sexuales, se lleva a cabo un intercambio energético, el cual, según el tantra Hindú, la energía sexual de una persona puede permanecer en el cuerpo de una mujer hasta por 7 años.
Sin embargo, el tratamiento con el huevo de obsidiana ayuda a eliminar de manera rápida estas energías, limpiándonos desde el interior.
La obsidiana negra es la más valorada de todas las rocas volcánicas, pues dentro de ella tiene contenidos los elementos de agua, fuego y tierra y es también conocida como “lava vidriosa”, no considera un mineral, es en realidad un vidrio natural. También es conocida como la piedra de la verdad o espejo del alma, esto se debe a que no solo se encarga de reflejar la realidad física, sino que también es capaz de ayudarte a visualizar tu interior, ademas uno de sus poderes es favorecer la introspección y mostrar aquellos miedos y temores que tenemos en nuestro interior.
Así que decida, humedecí mi huevo y sin pensarlo lo introduje en mi de manera suave y sencilla, y debo confesar que fue mucho más fácil de lo que yo imaginaba. No causa ninguna molestia o incomodidad ni al colocarlo ni mientras permanece dentro.
La expulsión también fue de manera sutil y rápida, y para mi sorpresa, en mi caso, salió limpio, cubierto de un flujo ligero y transparente.
Sin lugar a dudas continuaré con el tratamiento y con el uso constante y disciplinado del HUEVO DE OBSIDIANA el tiempo que dure el tratamiento.
¿Y tu, te atreverías a sanar tú útero y conocer y colocar tu huevo de obsidiana negro dentro de ti?
AUTORA: Lorena Orea Arredondo